¿Son definitivos los resultados?
U n niño que engorda, lo hace estimulando la multiplicación de sus células grasas (adipocitos) y también a expensas del aumento individual de cada célula. Un adulto que engorda, lo hace exclusivamente a expensas del aumento individual de cada célula ya que a esa edad sus células ya no se multiplican. Cuando los adultos subimos de peso no se incrementa el número de células, éstas solamente se hacen más grandes individualmente (excepto en los casos de obesidad mórbida). De la misma manera, cuando perdemos peso, las células se encogen.
Las personas al subir de peso acumulan grasa con preferencia en ciertos lugares de acuerdo al código genético heredo-familiar. A eso le llamamos comúnmente “molde familiar hereditario”.
Los resultados de la liposucción son permanentes, ya que de hecho las células son removidas y no serán reemplazadas. La capacidad de acumular volumen en el lugar lipoaspirado “definitivamente” queda disminuida.
si luego de la operación el paciente subiera de peso, lo hará de una manera diferente, acumulando grasa preferencialmente en las regiones no lipoaspiradas y tendrá definitivamente una nueva figura. Una vez realizada la operación difícilmente vuelve a acumularse exceso en esa zona ya que los “adipocitos” (células de la grasa) que sobraron, no se reproducen y entonces definitivamente disminuye la capacidad de almacenar grasa en esos lugares lipoaspirados.
Hay métodos que solamente consiguen que disminuya temporalmente el contenido de las células de grasa sin destruirlas y por lo tanto se solucionan solo temporalmente los acúmulos adiposos. Mucha gente que no puede realizarles el tratamiento quirúrgico llamado lipoaspiración, ha tratado de comparar esos métodos con la misma y ha intentado hacer creer que son equivalentes en resultados e inclusive resaltando el “peligro” de la lipoaspiración para venderle “tratamientos que la sustituyen”.